martes, 10 de julio de 2007

"Vida universitaria"


Vida universitaria en la universidad de Magallanes

Hace algún tiempo que ya no existe vida universitaria en nuestra casa de estudios, no hay convivencia, entre alumnos de distintas carreras, la verdad que al visitar universidades de otras ciudades del país e incluso universidades privadas de la misma región me doy cuenta que el estudiantado si vive su ambiente o sea su ambiente universitario.
Escucho historias de algunos alumnos un poco mayores que yo y realmente me dan ganas de haber vivido en esa época mi vida universitaria, hay tantas historias. Recuerdo que hace unos años atrás habían mesas para hacer lo que uno quisiera, tomar café, estudiar, jugar cartas o incluso una buena conversación antes de entrar a clases, eso ahora ya no existe ¿Qué paso?
Nosotros como grupo universitario radical somos convencidos de que la vida universitaria de un alumno marca de manera importante su estadía en la universidad y por lo tanto lucharemos por reestablecer el sistema de mesas en cada patio en el de la facultad de Humanidades y en el de ingeniería, para que nuestros compañeros puedan compartir vivencias dentro e nuestros recintos y que ya no tengan que estar pasando frío en las afueras de nuestras facultades.
Le hablo ahora de la realidad en una universidad de 3700 alumnos en el cambio de hora mas concurrente de alumnos esto quiere decir a las 17:50 para ingresar nuevamente a clases a las 18:50, no puede ser que hayan 20 alumnos conversando en el patio de humanidades cuando es precisamente en esa facultad en que mas alumnos asisten que es lo que pasa.
Nosotros hacemos un llamado a nuestras autoridades a que abran los ojos y se den cuenta que la universidad no solo debe ser clases, biblioteca y de vuelta a casa.
Porque no hacer charlas con personajes importantes e la región, obras de teatro en cada patio, foro debates sobre cualquier tema de importancia para nuestra región. Y así podremos de una vez por todas recuperar lo que alguna vez hubo en nuestra universidad ambiente universitario, recordemos que esto no es un colegio sino una casa de estudios superiores por lo tanto no esperemos compañeros que suene el timbre para irnos a la casa por que después que ese timbre imaginario suena nos esperan muchas cosas afuera de las aulas

Este es un llamado a la conciencia del Grupo Universitario Radical.

GOBERNAR ES EDUCAR.

martes, 17 de abril de 2007

Distribucion de las salas dentro de la universidad


por Jorge Vidal Ojeda
Es evidente que existe un problema con la distribución de las salas. Algunas aulas hechas
para setenta u ochenta alumnos son ocupadas por sólo tres o cuatro. A la inversa,
salas pequeñas deben albergar gran cantidad de alumnos en algunas clases.
Claramente nos enfrentamos a un pésimo sistema de administración de las salas, y a
pesar del tiempo que llevamos afrontando esta realidad, no hemos hecho nada aún.
Este problema, evidentemente, pasa única y exclusivamente porque quienes están a cargo
de administrar la distribución de salas no han sabido realizar esta tarea de manera óptima.
Los efectos de este problema son diversos. Alumnos y profesores, en más de alguna
oportunidad, nos hemos encontrado con que la sala asignada ya esta ocupada
por otra cátedra de la misma u otra carrera, por lo que el comienzo de clases se ve retrasado,
por lo menos, en quince minutos. Estos mismos valiosos minutos son los que
la Universidad no espera, por ejemplo, para pagar la mensualidad de nuestro arancel.
También, como ya decíamos, en una sala destinada a ochenta alumnos hay sólo cuatro,
mientras que en otras cátedras, ochenta alumnos deben asistir a sus clases
en salas destinadas a treinta o cuarenta alumnos, algo totalmente inhumano.
En este sentido, creemos que una muy buena solución (y no de parche como se
hace generalmente en nuestra universidad) sería un estudio serio sobre los horarios,
cuántos alumnos asisten a cada ramo, e informatizar estos datos para poder
tener claridad sobre las salas disponibles y para qué cátedra están designadas espec
í" camente. Es de esperar que este modesto boletín ayude, por lo menos, a tomar
conciencia de este problema a las autoridades y nuestros mismos compañeros.



El S.I.D.
Un problema latente para la mayoría de los alumnos de la Universidad
por Jorge Vidal Ojeda
¿Qué pasa en un eventual retraso del pago de una mensualidad de nuestro arancel?
Los alumnos no pueden acceder a su propia información a través del .famoso. SID.
Este .castigo. demuestra la falta de criterio con que se toman algunas decisiones en
nuestra Universidad. ¿Qué pasa cuando un profesor no llega a clases? ¿Acaso tenemos
derecho a un descuento por su inasistencia? O bien, ¿tenemos derecho a pagar con retraso
por esta falta del docente? ¡Por supuesto que no# Porque, equivocadamente, entendemos
que aquel profesor no llegó porque tuvo un problema imposible de resolver.
Si fuese realmente así, los directivos de nuestra casa de estudio deberían entender que si
hay alumnos que no han pagado, también es porque podrían tener un problema imposible
de resolver. La gravedad de esta parcialidad es que hay alumnos que no pueden acceder
a certi" cados o información de cualquier tipo, ni siquiera a sus propias cali" caciones.
Aparentemente, nuestros directivos no encontraron mejor forma de pre
sión; si no pagamos la mensualidad, nos quitan un derecho básico
de todo alumno en cualquier universidad: el acceso a la información.
Y qué decir de los innumerables problemas que presenta este sistema informático, como en
la inscripción de créditos. Hay carreras en las que se obliga a los alumnos a inscribir créditos
optativos, sin tener la posibilidad de poder realizar los ramos, por ejemplo, el siguiente
semestre, a pesar de estar señalado así explícitamente en el reglamento del alumno.
Otro ejemplo es que al ingresar a este Sitio Web, encontramos una serie de encuestas sobre
profesores, secretarias, infraestructura y otras cosas, y de esto nunca hemos visto resultados;
¿por qué tanta pérdida de tiempo, contestando inútiles encuestas que derivan en nada?



Un consejo para el consejo
por Mauricio Bahamondes
Los actuales acontecimientos que suceden al interior de nuestra casa de estudios vuelven
a generar, como cada año, un clima de creciente incertidumbre al interior del estudiantado,
lo cual, sumado a la siempre impertinente efervescencia de quienes sólo tienen
por objetivo llevar al extremo las manifestaciones de descontento de los alumnos, con
intenciones muchas veces inexplicables, pueden generar consecuencias insospechadas.
Aquí presento sólo un modesto consejo que quizás .y sólo quizás. pueda en
un futuro traer un poco más de tranquilidad a los venideros años académicos.
Lamentablemente, de las falencias de nuestra universidad se pueden decir muchas cosas;
prueba de ello son los innumerables movimientos estudiantiles en los que cada año nos
vemos envueltos y que, por supuesto, terminan siendo defendidos por unos pocos; la guitarra
y las improvisadas .pichangas. futbolísticas son " eles testigos de las largas noches de .toma.;
si no es el crédito " scal, es la infraestructura; si no son los fondos, es la calidad docente.
Durante estos días, aires de .toma. vuelven a instalarse en los pasillos de nuestra universidad.
La desinformación y las especulaciones vuelven a ser lugares comunes; la causa en esta oportunidad:
las últimas decisiones tomadas por Consejo Académico, especie de asamblea de hombres
sabios que decide los proyectos educativos y administrativos de nuestra casa de estudios.




Las actitudes a veces poco razonadas de algunos compañeros, pueden llevarnos
a apoyar acciones que en nada contribuyen a mejorar nuestra actual situación,
porque, siendo realistas, a nadie le caen mal un par de días en la casa para ver televisi
ón y así poder conocer los .grandes. temas del Chile de hoy: cuál es la última relaci
ón sentimental entre un futbolista y una modelo; después de todo, son otros
los que harán de las aulas de la universidad su lugar provisorio de residencia.
Seamos más concretos y pensemos. ¿Cuáles son los reales problemas de nuestra Universidad?
¿Cuáles son las causas de estos con! ictos? Sin duda, uno de esos grandes problemas
es la falta de participación del alumnado a la hora de tomar las decisiones al interior
de nuestra casa de estudios. Año tras año, no queda otra alternativa que sentarse
a esperar cual será la nueva decisión de este grupo de plenipotenciarios, llamado Consejo
Académico, que parece no entender que la Universidad se construye entre todos.
Incluso, me atrevería a decir que dichas resoluciones derivan en un problema más grave:
cada año, el alumno debe lidiar con las decisiones .sorpresa. dictadas por el Consejo.
Esto no es más que una explícita demostración de falta de seriedad. Que nos eximimos con 5,0;
no, con 4,5; no, con 6,0; que el cincuenta por ciento de asistencia; no, el setenta y cinco; no,
el cien. Señores del Consejo Académico... exigimos tan sólo un poco de seriedad, por favor.
Sobre las consecuencias de estas medidas y la necesidad de mejorar nuestro nivel académico
hablaremos en otra oportunidad. Dicha situación no hace otra cosa que generar en mí una
gran confusión; durante gran parte de mi vida universitaria fui un convencido de que la educaci
ón superior debería, no sólo, ser un derecho, sino también una prioridad para el Estado,
que la universidad la hacíamos entre todos. en " n. Pero las letras bancarias, los protestos
y las apariciones en DICOM me han hechos sentir, durante los últimos años, un cliente más
que un alumno, y es precisamente en este punto donde radica mi confusión. Porque si soy
un cliente, lo mínimo que puedo exigir es que esta .casa comercial. llamada Universidad de
Magallanes no me cambie todos los años la calidad del producto y la duración de la garantía.
En resumen, mi consejo no va dirigido a la democratización de sus deliberaciones,
mucho menos al mejoramiento de la calidad del .servicio., aunque éste deje
mucho que desear. En esta oportunidad seré mezquino en mis requerimientos;
sólo escribo estas líneas recomendándoles un poco más de rigurosidad en sus futuras
decisiones, para evitar así que el próximo año no tengamos que preguntarnos
una vez ¿Cuál será la última ingeniosa decisión del Consejo Académico?

lunes, 26 de marzo de 2007

Boletin Nº 1 G.U.R.



PORCENTAJE DE ASISTENCIA PARA RENDIR EXÁMENES

La administración de la Universidad ha tomado la decisión de exigir un 75% de asistencia para que los alumnos tengamos derecho a rendir examen. Esta decisión está basada, según los directivos de la Universidad, en la irregular asistencia a clases del alumnado.
Esta medida, aparentemente arbitraria, responde al cumplimiento de la Ley de Acreditación Universitaria que exige a las instituciones de educación superior ciertos requisitos para acceder a la acreditación, entre ellos un porcentaje importante de asistencia de sus alumnos.
Sin embargo, esta medida superficial no responde al problema de fondo; la poca asistencia a clases de los alumnos obedece a una serie de dificultades que nuestra Universidad arrastra desde hace varios años.
El porcentaje de ausentismo de los docentes provoca un gasto considerable de dinero y tiempo a los alumnos. Nos sentimos con la obligación de señalarle a las autoridades de nuestra Universidad que la asistencia a clases es un derecho y que la asistencia de los profesores en una obligación; el arancel de nuestra Universidad es uno de los más altos de Chile y por lo tanto lo mínimo que debemos exigir como alumnos es que los profesores impartan el 100% de sus cátedras, en los horarios estipulados y que cualquier cambio sea avisado con la debida anticipación.
En segundo lugar, y no menos importante, es que quienes tienen el deber de transmitir el deseo de asistir a clases son los mismos docentes que, en muchos casos, carecen de recursos metodológicos apropiados para un nivel universitario de calidad, más aún, en consideración de los dineros que invertimos en nuestra educación y los aportes que el Estado entrega a la institución. Esto, sin considerar la mala calidad concreta y demostrable de la educación impartida por algunos profesores.
A la inversa, la morosidad del alumno es castigada con sanciones irracionales, como la imposibilidad de acceder a la información del alumno a través del Sistema de Información Docente (SID). Les recordamos a nuestras autoridades que la información es un derecho de los alumnos y no puede ser negada bajo ningún pretexto.
Por último, queremos hacer énfasis en que la educación a la que accede el alumnado de nuestra universidad es un derecho adquirido por el arancel pagado, por el alumno o por el Estado, a la institución.





ELIMINACIÓN DEL CARGO DE JEFE DE CARRERA

El Consejo Académico de nuestra Universidad ha tomado la decisión de eliminar un cargo de suma importancia dentro de la orgánica de nuestra casa de estudio: el cargo de Jefe de Carrera.

La Federación de Estudiantes informó que esta decisión se debe a que el trabajo ejecutivo que realizan los actuales jefes de carrera, según el Consejo Académico, debe ser realizado por los jefes de departamento que, actualmente, desarrollan labores administrativas, especialmente aquellas relacionadas con el trabajo de los profesores.

Estamos en total desacuerdo con esta medida por las siguientes razones:

Los jefes de carrera son los principales conocedores de los temas específicos que conciernen a cada carrera; requerir que los jefes de departamento tengan la capacidad de tomar decisiones de acuerdo a la realidad de cada carrera es prácticamente imposible y esto podría provocar un colapso de información.
El jefe de carrera es un nexo de confianza entre los alumnos y profesores, además de ser el vínculo directo con los jefes de Departamento.

Aparentemente, esta medida obedece a problemas de gestión que nada tienen que ver con el cargo de jefe carrera, sino con el superávit de personal que existe en nuestra Universidad en otras áreas; finalmente, esta medida que busca solucionar un problema para la universidad, podría terminar provocando un problema a sus principales actores, los alumnos.



Te invitamos a participar del Grupo Universitario Radical (G.U.R) de la Universidad de Magallanes.

Errázuriz 840, 2º piso, los días miércoles a las 21:00

www.gurmagallanes.blogspot.com

lunes, 19 de febrero de 2007



Himno del PRSD

Salud compañeros

de un mismo ideal,

alcemos el rojo

pendón radical.

Unos en la idea,

unos en la acción,

abierta a la izquierda

sobre el corazón.

Cantemos confiados

en el porvenir

del radicalismo

triunfante por fin.

Por el suelo hermano

que nacer nos viera,

por la cordillera,

la pampa y el mar.

Por la sombra augusta

de los grande hombres,

con los dulces nombres

de madre y hogar,


Por la más sagrado,

por lo más querido,

por el no extinguido

fuego de la fe.


Por el gran partido

de los ideales,

de pie radicales,

chilenos de pie.

martes, 13 de febrero de 2007

Propuesta del Partido Radical Social Demócrata


El Partido Radical Social Demócrata, PRSD, inspirado en los principios del humanismo laico y en los fundamentos políticos de la socialdemocracia, propugna la construcción de una sociedad democrática y profundamente humanista, que reconoce en el consenso afectivo y racional las bases de la cohesión nacional, razón por la cual no podemos dejar pasar inadvertido el momento histórico que vive nuestro país, donde el debate sobre los derechos humanos nos sitúa en el interés de la paz y la justicia.

Nuestro carácter profundamente chileno, comprometido con la historia y el futuro de la patria, nos permite observar con preocupación el sentido de la propuesta de la Unión Demócrata Independiente (UDI), que evade su responsabilidad en los luctuosos sucesos que acompañaron el periodo del gobierno militar, donde se atropellaron los derechos de las personas y se cometieron los más atroces crímenes de la historia republicana.

Como Partido convencido que la realización integral del ser humano sólo puede alcanzarse en un sistema democrático, con real vigencia de las libertades públicas y la observancia al Estado de Derecho, resulta inaceptable aquella proposición que intenta con subterfugios establecer un Punto Final a los casos de Derechos Humanos, que se prolongan ya por treinta años.

El compromiso con la verdad y la justicia, nos llevan a sostener que la condena a los crímenes de lesa humanidad no puede tener excepción. Ningún actor político puede ocultar sus responsabilidades en el proceso de polarización que vivió nuestra sociedad y que generó un clima de beligerancia extrema. Nosotros no somos la excepción, cometimos errores y de ellos surgen poderosas lecciones para ser más eficaces en los caminos del entendimiento nacional y en la construcción de una sociedad basada en el crecimiento y el desarrollo con acento en los más pobres y desamparados.

No obstante, en ejercicio de la tolerancia y la libertad, conforme a nuestra naturaleza racionalista y laíca, nos manifestamos a favor de encontrar una solución civilizada respecto de las violaciones a los Derechos Humanos, concediendo el espacio del proceso justo a quienes han cometido tan atroces crímenes, que hoy pese a los años siguen estando presente en la conciencia nacional y mundial como un recuerdo de lo que humanidad ha tipificado como los acontecimientos del “nunca más”.

Así, ajenos a todo espíritu revanchista, rechazamos, junto a las otras voces que se alzan en estos días, legar a las futuras generaciones la impunidad y la ausencia de reparación a las víctimas de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el régimen militar.

Somos firmes partidarios que el Estado de Chile entregue a los familiares de las víctimas una reparación económica destinada a mitigar en parte los efectos patrimoniales causados por el brutal desaparecimiento de sus deudos, sin que ello implique de modo alguno que dicha reparación pueda tener el carácter de indemnización compensatoria por el daño moral y el dolor sufrido por ellos.

El humanismo, en su más alta expresión proclama que la vida humana y su integridad física y espiritual no pueden tener equivalencia material o financiera.

También, damos nuestro total respaldo a la necesaria designación de un mayor número de jueces con dedicación exclusiva y que en el desarrollo de los procesos judiciales la figura jurídica de muerte presunta no puede detener ni menos aún poner término a las investigaciones judiciales tendientes a esclarecer la causa real del desaparecimiento y la identidad de sus autores materiales e intelectuales.

La tragedia de Chile, sólo podrá ser resuelta a través de un vasto e histórico Acuerdo Nacional, que con la serenidad del presente, fije la condena al terrorismo de Estado y mantenga a perpetuidad la sanción moral a quienes arrastraron a la institucionalidad republicana al ejercicio de la violencia para construir un modelo de sociedad autoritaria en nuestro país.

La subordinación de las Fuerzas Armadas al poder civil sigue siendo una necesidad de coherencia democrática, que debe ser corregida a fin de garantizar la certeza de un futuro desarrollo pacífico, en donde las diferencias políticas y sociales se resuelvan civilizadamente procurando establecer la armonía social a que aspiran todas las naciones.

Porque estamos convencidos que el golpe de Estado se pudo haber evitado, el establecer las distinciones éticas en la interpretación de los hechos históricos para la sana convivencia, pasa por el justo reconocimiento de las responsabilidades no sólo personales sino colectivas, en tal sentido no contribuye en nada la parcialidad informativa de la red privada de medios masivos de comunicación que con sus emisiones respecto del sentir nacional provocan una suerte de esquizofrenia social.

Asimismo, los partidos de la Concertación y el Gobierno deben revisar en detalle cuánto hemos dejado de hacer a favor de los Derechos Humanos, ya en la reparación a los familiares de las víctimas de la dictadura, sean estos detenidos desaparecidos o torturados o ex prisioneros políticos y de conciencia, como respecto a su promoción e incorporación en la formación de las nuevas generaciones de chilenos.

Por lo anterior, respaldamos plenamente la solicitud de dar continuidad a la labor de los jueces especiales que buscan dar con el paradero de los detenidos desaparecidos, cuya figura del secuestro, sin perjuicio de la declaración de la muerte presunta, debe ser una jurisprudencia penal inalterable que marcará el rumbo ético de la nación, sobre todo cuando se continúan haciendo avances que consolidan el proceso de más justicia en Chile.

Nuestra trágica historia nacional reciente, nos lleva a ratificar que seguiremos abogando por la paz y el desarme, defendiendo y respetando la soberanía y la autodeterminación de los pueblos, como la solución pacífica de las controversias, el respeto de los tratados, la integración latinoamericana y la cooperación entre las naciones, en lo que destacamos el valor del reconocimiento al Tribunal Penal Internacional que sanciona el genocidio y los crímenes de guerra como a la Convención Interamericana sobre desaparición forzosa

miércoles, 24 de enero de 2007

Una historia de tolerancia y pluralismo politico

Después de los O'Higginistas y Carrerinos surgen los partidos políticos en Chile y de entre federales y estanqueros, emerge el Partido Radical, un escalón arriba en la organización social, más allá de pelucones y pipiolos y por sobre el horror de Lircay, batalla marcada por la ferocidad de los ataques en contra del adversario.
El radicalismo inspirado en la trilogía de la Igualdad, la Fraternidad y la Libertad para Chile, toma forma con la Primera Asamblea Radical de Copiapó en diciembre de 1863, vigente durante los siglos XIX y XX, como constructor de la Nación, con la que ENTRAMOS JUNTOS AL SIGLO XXI.
( Del Chile pelucón a la república liberal y pluralista )Este partido que nació hace más de 140 años, es el Tercer Partido más antiguo del mundo y tiene su primer hito en el año de 1857, cuando surge un grupo liberal rebelde, anticlerical, abierto a la sensibilidad social y a la modernidad. El grupo liberal "radical" debe marchar a la guerra civil de 1859, en la que destacan los nombres de Manuel Antonio Matta y Pedro León Gallo.
Inmersos en la lucha armada por las libertades y la igualdad, escribieron memorables páginas de la historia patria, ya en la batalla victoriosa de los loros, sostenida por balas de plata. Llenos de ingenio compusieron con rapidez las viejas escopetas, fusiles y carabinas; fundieron cañones, forjaron lanzas y fabricaron balas y municiones, además de uniformes y calzado. Las mujeres bordaron las banderas y escarapelas.
Los mineros que financiaron la revolución, formaron la "Legión Huasquina", que enarboló la bandera de la estrella amarilla, bordada con pasión por la hermana de Pedro León Gallo; era el símbolo de las esperanzas de justicia, que acompañó el alzamiento hasta la derrota de Cerro Grande.
En el exilio y a pesar de todo, mantuvieron inalterable su voluntad de lucha y definieron los principios doctrinarios que inspirarían al radicalismo chileno en su primera etapa:
· Reformar la constitución ante los poderes absolutistas del ejecutivo.· Libertad electoral que debía generar "el poder" mediante el sufragio universal.· Enseñanza laica, independiente de toda tuición confesional.· Libertad de conciencia para todos los ciudadanos.· Autonomía de las Provincias para su descentralización administrativa.· Derecho edilicio en oposición al autoritarismo de la metrópoli, que residía en el palacio La Moneda.
Sus precursores y fundadores fueron jóvenes hijos de familias acomodadas, revolucionarios afrancesados: Santiago Arcos, Francisco Bilbao, José Zapiola, Federico Errázuriz, Eusebio Lillo y Benjamín Vicuña Mackenna, entre muchos otros más que se reunían en la Sociedad de la Igualdad.
El radicalismo inspirado en la trilogía de la Igualdad, la Fraternidad y la Libertad para Chile, toma la forma de partido político con la Primera Asamblea Radical de Copiapó el 27 de diciembre de 1863, su ideario vigente durante los siglos XIX y XX, lo transforman en constructor de la Nación, con la que ENTRAMOS JUNTOS AL SIGLO XXI.
A fines de 1863 y con vistas a las elecciones parlamentarias de 1864, se formó la primera Asamblea Radical de Chile en Copiapó. De la Asamblea de Santiago y Valparaíso, se destacan los nombres de los fundadores: Antonio Aguilera, Juan Aldunate Rosaura, Ramón Allende Padín, Benjamín Vicuña Mackenna, Wenceslao Vidal y Manuel Zapiola entre muchos otros. Luego vendría la Asamblea de Concepción y su proliferación en todo el país.
El Partido Radical, conformado por la clase media de las provincias, por intelectuales y profesionales que reaccionaron contra la oligarquía autoritaria, promovió las libertades individuales arraigadas en el racionalismo laico; la influencia masónica le dio un perfil absolutamente anticlerical, decisivo en la separación de la Iglesia Católica del Estado.
Sus fundadores, Manuel Antonio Matta y Pedro León Gallo, escribieron memorables páginas de la historia patria. Los principios doctrinarios que inspirarían al radicalismo chileno en su primera etapa, parecen aún sin respuesta: Reformar la constitución, Libertad electoral mediante el sufragio universal, Enseñanza laica, independiente de toda tuición confesional, Libertad de conciencia, Autonomía de las Provincias para su descentralización administrativa. Derecho edilicio en oposición al autoritarismo de la metrópoli, que residía en el palacio La Moneda.
Al sobrevenir la guerra civil de 1891, surgen las primeras contradicciones internas entre los grupos radicales. Malaquías Concha, molesto por la actitud de su colectividad, formó un grupo rebelde, que presentó un proyecto de reforma socialista, que exigía incorporar los intereses de los obreros en la plataforma política del radicalismo, la cual fue rechazada.
No obstante, el Radicalismo mostró, desde entonces, un constante apoyo a las organizaciones proletarias, teniendo así consecuencia con las ideas de una mayor igualdad y el reconocimiento de los derechos de quienes sólo tenían un salario para vivir.
La confrontación fratricida de 1981 no sólo dividió a radicales sino a los chilenos, era el gobierno de José Manuel Balmaceda; pero tras el conflicto, rápidamente este se superó, permitiendo la reconciliación de los adversarios y ocurrió así porque a los balmacedistas se les respetó, al adversario no se le humilló ni se violaron los Derechos Humanos.
Hito trascendente fue la Convención de 1906, que incorporó los valores del Socialismo Democrático y la integración de clases sociales al ideario del radicalismo chileno, en la preocupación por los más desposeidos.
En días del Centenario, 1910, fin de una época, destaca un notable radical: Valentín Letelier Madariaga, académico y político que planteó una orientación científica, ajena a todo dogmatismo; fue quien redactó el Programa del Partido Radical, en el que puso de manifiesto como teoría de la colectividad: el amor por principio, el orden por base y el progreso por fin.
Como buen radical histórico, Letelier imprimió el sello de sus doctrinas a la estructura educacional. Como político, señaló orientaciones precisas a la acción de un partido poderoso y como funcionario público, dejó huella imborrable de corrección y buen sentido.
Luchador incansable por la democracia, los derechos ciudadanos, el laicismo y la justicia social, el Partido Radical crea durante el siglo XX un reconocido TIPO HUMANO descrito por la condición militante que a veces se complementaba con las más diversas funciones de servicio social, los que consolidaron una cultura laica en una sociedad de origen conservador.
( Años de inestabilidad ) Tras el Crash de 1929, los efectos de la crisis mundial trajeron una grave situación económica al país, el encarecimiento de la vida y la paralización de las salitreras, temas de difícil solución que el liderazgo radical supo enfrentar a través de hombres como Juan Esteban Montero, ministro de Estado y posteriormente Presidente de la República.Múltiples iniciativas se desplegaron para mitigar el hambre de los cesantes y sus familias.
El Partido Radical, tuvo un período de auge en las décadas de 1920, 1930 y 1940. En esos años no fue sólo el pilar fundamental de la mayoría de las coaliciones de gobierno, sino que impuso sus valores: la política de los consensos, las alianzas y la tolerancia.
Forma el Frente Popular que se crea en 1938. El Partido Radical formó parte de esta alianza de centro izquierda junto a comunistas, socialistas democráticos y la Confederación de Trabajadores de Chile, imitando las alianzas que gobernaban Francia y España. Se consolida el respaldo al régimen democrático, la libertad, la solidaridad social y las mayorías nacionales participan de la lucha contra el fascismo y el imperialismo.
Con Pedro Aguirre Cerda, el presidente del lema "gobernar es educar", el Frente Popular inició en el país una etapa de tres administraciones sucesivas, en las que el Partido Radical fue dominante tanto con la izquierda como con los liberales.
Durante su mandato se crean la Corporación de Reconstrucción y Auxilio, y la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo), para promover la industrialización del país, proceso que tuvo lugar justo en el momento en que estallaba la Segunda Guerra Mundial y cuyos primeros afectados llegaron a Chile en en el Winnipeg, eran los sobrevivientes de la Guerra Civil española.
El presidente Pedro Aguirre Cerda, dio un decisivo impulso a la educación técnico profesional y a la educación primaria. También se desarrolló un extenso plan de viviendas destinadas a sectores de bajos recursos.
El Presidente Aguirre Cerda no alcanzó a completar tres años de gobierno, cuando murió, el pueblo chileno aún lo recuerda.
Continuó el proceso de industrialización, el presidente Juan Antonio Ríos Morales. Bajo su administración se promulgó la primera reforma a la Constitución de 1925, Así mismo, el nuevo gobierno radical, desarrolló empresas que permitieron el progreso general de la industria chilena: la Empresa Nacional de Electricidad, la Empresa Nacional de Petróleo, la Compañía de Aceros del Pacífico.
Juan Antonio Ríos Falleció el 27 de junio de 1946, sin alcanzar a terminar su período presidencial.
Semanas más tarde, el 3 de noviembre de 1946 asumió la presidencia de la República, Gabriel González Videla, integrando a comunistas, liberales e independientes. Durante su mandato, también promovió el desarrollo industrial del país y se tomó posesión del territorio antártico, pero incurrió en errores que atentaron en contra de las libertades sindicales y políticas, proscribiendo al Partido Comunista.
Sin embargo, durante el gobierno de Gabriel González Videla, las mujeres logran el derecho a voto. Mujeres radicales conforman una pléyade ejemplar; hay nombres como el de Amanda Labarca, la gran educadora, el de la primera ministra de Justicia, Adriana Olguín de Baltra y el de Inés Enriquez Frodem gran parlamentaria, quienes acompañarán el florecimiento de la democracia.
El último gobierno radical llegó a su término con un partido muy dividido y en general todos los partidos políticos con graves problemas internos, dando paso a los proyectos políticos excluyentes.
No obstante, más de un historiador ha considerado que el Partido Radical descuidó la revisión de su programa político, que no renovó y que desde la década del 50 se ensombrece su conducción y control del centro político, cifrado en su ligazón con la fuerza electoral de la clase media.
La Unidad Popular: la vía Pacífica al SocialismoComo fundadores de la nueva coalición de centro izquierda, el Partido Radical imprimió su sello de centro político y definió las tres áreas de la economía para este gobierno popular e impulsó la nacionalización del Cobre, con Orlando Cantuarias Zepeda como ministro de Minería del presidente Salvador Allende, quien fue electo cuando postulaba por cuarta vez, gracias al apoyo radical.
En agosto de 1971, Gabriel González Videla, renunció al partido porque consideró que la colectividad -al formar parte del gobierno de la Unidad Popular- se desviaba hacia el marxismo. El país vivía la más extraordinaria experiencia social, mostrando al mundo que el socialismo era posible a través de la vía pacífica, por voluntad expresada en las urnas.
En esta época, la bandera del radicalismo es alzada principalmente por la Juventud Radical que adjetiva su presencia con la segunda R, son los días de la Juventud Radical Revolucionaria.
( La tragedia de Chile )Nuestra historia republicana no ha registrado una crisis más profunda y prolongada que la sufrida durante los 17 años del régimen militar.Tras el bombardeo al palacio de La Moneda y la inmolación del Presidente, Salvador Allende, desde septiembre de 1973, la persecución y la injusticia se apoderó de la vida nacional; el brazo criminal de la conjura que destruyó la democracia en Chile, hizo también al Partido Radical blanco de sus ataques. Muchos radicales fueron víctimas de la represión, la cárcel, la tortura y el exilio. Emblemático es el caso de LUIS GASTÓN LOBOS BARRIENTOS, profesor y parlamentario radical detenido por Carabineros el 13 de septiembre de 1973, fue llevado a la 2° Comisaría de Temuco, donde fue rapado y luego paseado por las calles de la Ciudad.Detenido nuevamente en su domicilio fue trasladado a la cárcel de esa ciudad al sur del país. Las autoridades informaron que quedó en libertad pero testigos afirman que fue subido a un helicóptero. Los antecedentes allegados a la Comisión Rettig permiten afirmar que salió del recinto custodiado por efectivos militares quienes lo hicieron desaparecer. Sus hijos, familiares y correligionarios siguen después de 30 años preguntando por su paradero.
Los radicales, desde el momento mismo del Golpe de Estado, denunciamos el peligro que entrañaba el régimen militar y el aplicar en nuestro país un modelo económico ajeno a nuestra realidad.
Fueron 17 años de arbitrariedades y atropellos a los Derechos Humanos: permanente estado de emergencia, partidos políticos disueltos, universidades intervenidas, miles de compatriotas lanzados al exilio, libertad de expresión y de publicación coartadas, derecho de reunión limitado y la participación de las organizaciones sociales en la vida nacional, negada. Chile fue aislado por la comunidad internacional y el régimen militar censurado durante todos los años de la dictadura.
Llegado el momento de reaccionar ante la barbarie, los radicales alzaron la bandera llamando a todos los chilenos que anhelaban la libertad, la justicia y la paz. Su fuerza radicó en la certeza que, desde la independencia, la democracia dio forma a la vida y al gobierno de Chile e hizo posible su progreso.
Con impulso radical, se avanzó en el gran esfuerzo social que condujo al restablecimiento de la Democracia. Superando diferencias ideológicas, amplios sectores de la Nación resolvieron actuar conjuntamente. Con nuestra generosidad, nacía la Concertación de Partidos por la Democracia que surgió tras la victoria del NO en el plebiscito de 1988.
Luego de sufrir una sensible derrota en los comicios de 1994, los partidos Radical y Socialdemocracia acuerdan la fusión para crear el Partido Radical Socialdemócrata, PRSD, inspirado en los principios del humanismo laico y en los fundamentos políticos socialdemócratas, que procuran la construcción de una sociedad democrática y profundamente humanista.
(La Concertación y la reconstrucción de la Democracia)Chile ha tenido un desarrollo exitoso gracias a los Gobiernos de la Concertación: se restableció en parte la institucionalidad democrática y se logra el mayor crecimiento económico de su historia. La mayoría de los chilenos parecen satisfechos.
Sin embargo, el irregular desempeño del sistema político, unido a las dificultades en la gestión económica y a las dinámicas de los partidos, a las que no ha escapado el PRSD, afectados por escándalos de corrupción de algunos dirigentes, se ha generado una especie de hastío ciudadano y de rechazo a la política.
Todo ello, en momentos en que las mayorías, están a merced de un proceso que no se entiende ni logra moldear: La Globalización.
El país se moderniza, pero tenemos hoy una democracia distorsionada por imperfecciones institucionales, que han facilitado inaceptables pérdidas del patrimonio de todos los chilenos, principalmente en la minería y en los recursos naturales no renovables. El gobierno es eficiente pero con limitaciones en materias programáticas y de participación popular.
Así, el nuevo compromiso radical reside en la urgencia de dar soluciones en materias fundamentales como reestructurar el proceso educacional chileno para preparar el mejor capital del país, el capital humano y ponerlo en condiciones de responder a los desafíos de la economía global.
Hoy como ayer, tenemos necesidad de acentuar la política de descentralización administrativa a través de una efectiva regionalización, capaz de dar autonomía suficiente a las regiones del país, lugar donde se crea en realidad la riqueza nacional.
Buscamos así un tipo de democracia representativa y participativa de verdad para enfrentar la incertidumbre neoliberal; inmersos en un modelo económico depredador, proponemos seria y fundadamente avanzar en la obtención de un mayor valor agregado para nuestras riquezas básicas, en momentos en que el recurso minero está siendo dilapidado.
Para eso promovemos el establecimiento de un royalty que compense dicha depredación y que nos permita construir obras de infraestructura, que vayan a asegurar la vida de las futuras generaciones, recuperando soberanía en el ventajoso ámbito tributario que gozan las empresas extranjeras.
Los radicales consideramos imprescindible levantar una propuesta de desarrollo autosustentable, que preserve la vida en Chile y en el planeta.
Como expresión chilena del PENSAMIENTO LAICO UNIVERSAL: rechazamos la censura, las injusticias, la prepotencia, la falta de sensibilidad y todo tipo de segregación y nos oponemos a los círculos de hierro en torno al poder, a la formación de maquinarias, a la poca transparencia, a la deshonestidad.
Los Radicales admiramos la libertad, la tolerancia, la diversidad, la racionalidad, la autodeterminación y la paz, así como la verdad, la transparencia, la justicia, el honor, la virtud y la ética, por lo que nos reconocemos humanistas ecuménicos capaces de juntar lo mejor de todos los sectores para sacar adelante los ideales dentro de la diversidad.
Así, llegamos a esta celebración de los 140 años del radicalismo chileno, una Fiesta de la Civilidad, porque somos el partido político de mayor significación en la construcción de la república y la democracia. No hay institución política en Chile, que no tenga el sello del Partido Radical. Las generaciones actuales, sin tergiversaciones, han hecho suyos los postulados del radicalismo.
En la hora presente y ante la necesidad de una alternativa política que enfrente el desafío de humanizar la globalización. Chile tiene necesidad del pensamiento y de la acción del Radicalismo.

viernes, 12 de enero de 2007

Don Pedro Aguirre Cerda:"Gobernar es educar"


La infancia y Educación.Nació en Pocuro, un pueblito cercano a Los Andes, el 6 de febrero de 1879, y fue el séptimo hijo de un total de 11 hermanos. Su padre, Juan Bautista, se dedicó a la agricultura. Provenía de un hogar modesto y de mucho esfuerzo. Su madre, Clarisa, quedó viuda cuando Pedro tenía 8 años, y debió suplir las labores campesinas y criar sola a sus hijos.La infancia de Pedro transcurrió en el campo, estudió en una escuelita en Calle Larga, a casi una legua de distancia de su hogar, debiendo hacer el trayecto de ida y vuelta a caballo todos los días. Posteriormente, cursó las Humanidades en el Liceo de San Felipe.Cursó sus estudios universitarios en Santiago, en el Instituto Pedagógico. Se graduó de profesor de Castellano en 1900 y en 1904 obtuvo el título de abogado. Su memoria de Derecho fue "La Instrucción Secundaria en Chile", posteriormente, en 1910 viajó a Francia a especializarse en Derecho Administrativo y Financiero en la Universidad de la Sorbona.A su regreso en 1914 se desempeñó como profesor en el Instituto Nacional, siendo posteriormente elegido presidente de la Sociedad Nacional de Profesores. A pesar de provenir de una familia católica practicante, a los 27 años ingresó a la Logia Masónica, que además era el lugar de encuentro entre los políticos laicos. Su ingreso al Partido Radical estuvo estrechamente ligado a este hecho.Misia Juanita.Su esposa Pedro Aguirre Cerda se casó en 1916 con su prima hermana Juana Rosa Aguirre, de cuya unión no hubo descendencia.Cuando él fue Presidente de la República, ella fue un permanente punto de referencia en su relación con los pobres, se le llamaba “misia Juanita”. La Primera Dama estableció durante el gobierno de su esposo, la celebración de la Navidad para los niños pobres, y mantuvo siempre una ardua labor social.Responsabilidades parlamentarias.En las elecciones parlamentarias de 1915, Aguirre Cerda resultó electo diputado por el período comprendido entre 1915 y 1918, en representación de la provincia de San Felipe, Putaendo y Los Andes. Se mantuvo alejado de sus labores de maestro. En 1918 fue elegido de nuevo, pero ahora por Santiago. Finalmente, resultó electo, el año 1921, senador por Concepción.Impulsor de reformas en la educación.En enero de 1918, durante el gobierno de Juan Luis Sanfuentes, fue nombrado ministro de Justicia e Instrucción Pública. En este cargo ya manifestaba la importancia que le asignaba a la educación. Fue un notable impulsor de la Ley de Instrucción Primaria y luchó asimismo por mejorar el nivel económico del magisterio. Junto a su esposa tuvo una estrecha amistad con Gabriela Mistral. Ella dedicó su primer libro, Desolación, a los esposos Aguirre Cerda, "a quienes debo las horas de paz que vivo", dijo la poetisa. A su vez, él dedicó a "Lucila Godoy... nuestra Gabriela", el libro "El Problema Agrario".Ministro del Interior de Alessandri.En el primer gobierno de Arturo Alessandri, en 1920, se nombraron dos ministros radicales: el de Hacienda, Daniel Martner, y el de Interior, Pedro Aguirre Cerda. Desde ese cargo, que desempeñó ocho meses, le correspondió enfrentar el difícil conflicto social de la masacre de San Gregorio, en 1921.En 1924 volvió al gabinete como ministro del Interior, hasta cuando se produjo el "ruido de sables" y el posterior golpe militar; renunció a su cargo de ministro, y viajó durante un año por Europa.
Distanciamiento temporal de la política.En 1925 Pedro Aguirre Cerda fue llamado a colaborar en la reorganización del Partido Radical; regresó y retomó la cátedra universitaria y su bufete de abogado. Sin embargo, en el gobierno de Ibáñez se le "recomendó" "al igual que a muchos otros políticos", la conveniencia de salir del país. Partió a Europa en 1927 junto a su esposa, y allí terminó su libro "El Problema Agrario", que publicó ese mismo año.Regresó de su exilio en 1930, dedicándose principalmente a apoyar la creación de talleres para la enseñanza técnica y manual. En 1934 se concretó una iniciativa que Aguirre Cerda tenía en mente desde hace algún tiempo: la creación de la Facultad de Comercio y Economía Industrial, de la Universidad de Chile, de la cual fue decano dos años después.Formación del Frente Popular.En mayo de 1936 se había creado el bloque de izquierda integrado por socialistas, comunistas democráticos y la Confederación de Trabajadores. Al interior del Partido Radical había claramente dos tendencias: una que estaba por formar parte del bloque, y otra que se resistía a cualquier tipo de alianza con el Partido Comunista. Las diferencias con Alessandri durante su segundo mandato, hicieron que los radicales optaran por un acercamiento hacia la izquierda. En la XII Convención de este partido, en 1937, el radicalismo suscribió con los partidos de izquierda la formación del nuevo pacto llamado Frente Popular, nombre que adoptó el bloque de izquierda, cuando se integraron a él los radicales, imitando las alianzas semejantes que gobernaban Francia y España. El Frente estableció entre sus postulados más importantes el respaldo al régimen democrático, la libertad, la solidaridad social y la lucha contra el fascismo y el imperialismo internacional.
Aspirante a la presidencia.Pedro Aguirre Cerda se ubicaba en el sector de los radicales más moderados y contrarios a una alianza con el Partido Comunista. Sin embargo, en la elección interna del Partido Radical por la precandidatura presidencial, Aguirre Cerda triunfó sobre Ríos, y fue elegido abanderado del radicalismo para definir al candidato único del Frente Popular. La izquierda presentó como candidato a Marmaduke Grove, militante socialista, pero posteriormente este sector decidió dar su apoyo al candidato radical, retirando la candidatura de Grove.Entonces, Pedro Aguirre Cerda resultó ser el candidato del Frente Popular a la presidencia de la República.
Polarización política.En 1938 hubo tres candidatos en las elecciones presidenciales: Pedro Aguirre Cerda, por el Frente Popular; Carlos Ibáñez, apoyado por nacional socialistas, un sector del Partido Socialista e independientes; y Gustavo Ross, candidato de la derecha. La campaña se dio en un clima de gran polarización política. Para la derecha, el posible triunfo del Frente Popular era percibido como una dictadura comunista, y para los que apoyaban a Aguirre Cerda, el eventual triunfo de Ross representaba una dictadura de tipo fascista. Por otra parte, se calculaba que —compitiendo Ibáñez y Aguirre Cerda, es decir, dividiendo la votación de izquierda— las posibilidades de un triunfo de Ross eran muy altas.El plan del MRNS.El grupo pro nazi Movimiento Revolucionario Nacional Socialista (MRNS), que respaldaba a Ibáñez, temía el triunfo de Ross, y para impedir este resultado optó por promover un golpe de Estado. Este debía iniciarse con un conato o intento de golpe, que sería la señal para que los regimientos que estaban bajo control de Ibáñez, reaccionaran. Sin embargo, frente a la dilatación de la fecha por parte de Ibáñez, Jorge González Von Mareés, líder del movimiento nacional socialista, decidió poner a Carlos Ibañez, que estaba conspirando, frente a un hecho consumado, de tal modo, no tendría otra salida que completar lo iniciado.La matanza del Seguro Obrero.El día 5 de septiembre de 1938 un grupo de jóvenes pertenecientes al MRNS se apoderó del edificio de la Caja del Seguro Obrero "hoy Ministerio de Justicia", ubicado al frente del Palacio de La Moneda. En forma paralela, otro grupo se tomó la Casa Central de la Universidad de Chile. La respuesta esperada de un levantamiento militar no ocurrió, y el intento de golpe de Estado fracasó.El hecho terminó con la masacre de los nazistas y con el reconocimiento por parte de Jorge González Von Mareés, de su responsabilidad, entregándose a la justicia. Carlos Ibáñez también asumió su responsabilidad y desde la cárcel renunció a su candidatura, solicitando a sus partidarios apoyar a Pedro Aguirre Cerda. Los nazistas, iracundos con Alessandri por la masacre de sus compañeros, le entregaron su apoyo.Gana el candidato radical.En ese contexto político, Pedro Aguirre Cerda resultó electo Presidente de la República, con escaso margen de votos: un 50,46 % de las preferencias, frente al 49,53 % Ross. Con Pedro Aguirre Cerda, el Frente Popular inició en el país una etapa de tres administraciones sucesivas, en las que el Partido Radical fue dominante dentro de las coaliciones de gobierno, tanto con la izquierda como con los liberales.El terremoto de 1939 y la creación de la Corfo.En enero de 1939 se produjo el terremoto que devastó las provincias comprendidas entre Talca y Biobío, con epicentro en Chillán. Como una forma de enfrentar esta dramática situación, se crearon dos organismos: la Corporación de Reconstrucción y Auxilio, y la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo). La primera estaba destinada a la reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto. La segunda fue destinada a llevar adelante el proceso de industrialización mediante la construcción de plantas eléctricas y siderúrgicas, la elaboración de materias primas, la mecanización de la agricultura y el fomento a la minería.
Fomento a la educación.Durante el gobierno de Aguirre Cerda, la educación técnico profesional, en lo industrial y minero, adquirió una categoría importante, ya que el Presidente la vio como la necesaria complementación en el proceso de industrialización que vivía el país. Se dio una notable importancia a la educación primara, lo que se reflejó en la construcción de un gran número de estas escuelas, con la consiguiente apertura de nuevas plazas de trabajo para los profesores. Además, se desarrolló un extenso plan de viviendas destinadas a sectores de bajos recursos.Llegan los refugiados españoles.En abril de 1939 terminó formalmente la Guerra Civil española, con el triunfo de los nacionalistas. Chile acogió a quienes debieron partir al exilio, que habían sido rechazados en otros países. Vinieron a bordo del vapor Winnipeg, pudiendo rehacer sus vidas en nuestro país. También fueron recibidos judíos que huían de la persecución nazi en Alemania, y de los países ocupados antes y durante la Segunda Guerra Mundial.Don Pedro ha muerto.El Presidente Aguirre Cerda no alcanzó a completar tres años de gobierno, cuando lo afectó la tuberculosis. En aquella época esta enfermedad era mortal, y constituía una importante causa de mortalidad a nivel nacional.La mañana del 25 de noviembre de 1941, a petición de misia Juanita —su esposa, que era muy católica— monseñor José María Caro le dio la Extremaunción. Horas después, falleció el "Presidente de los pobres", como se le llamaba por la identificación que tuvo con el pueblo, captando enorme simpatía en los sectores más necesitados de la población.El mandato de Pedro Aguirre Cerda estuvo directamente asociado al importante proceso de industrialización que vivió el país, como a la vez a su especial preocupación por la incorporación de los sectores populares a la educación y por la modernización de la sociedad chilena.